sábado, 27 de abril de 2013

Liberación del pecado.



De una manera más general, podemos decir que Jesús libera del pecado; como lo expresa Jn 1,29, él es «el Cordero de Dios (nueva alusión a la Pascua y al éxodo), el que quita el pecado del mundo», es decir, de la humanidad. Hay que entender el contenido de esta frase para comprender la liberación que lleva a cabo Jesús. Se trata de un pecado que afecta a la humanidad entera y que existe antes de la llegada de Jesús, cuya misión es eliminado. Para Juan, el pecado es una opción del hombre que frustra el proyecto divino en él o en otros. Si el proyecto de Dios es que el hombre tenga la plenitud de vida, el pecado abarca todo aquello que impide la vida, reprimiéndola o privando de ella. Es el pecado del opresor que somete, impidiendo la libertad y, con ella, el desarrollo del hombre; pero es también el pecado del sometido, que acepta los valores propuestos por el opresor y renuncia él mismo a la libertad. 

Colocando «el pecado» en el sistema simbólico creado por Juan para describir la sociedad enemiga de Dios, puede hacerse este esquema: 

Hay un grupo humano que tiene por principio inspirador (8,44: «padre») el provecho personal (raíz del pecado), concretado en la ambición de riqueza (8,44: el Enemigo) y de gloria humana (5,44; 7,18; 12,43). Ese principio se traduce en una ideología que justifica el dominio y la explotación de los demás (<<la tiniebla»: 1,5; 3,19; 8,12; 12,35; «la mentira»: 8,44) y se objetiva en una estructura social (“el orden este», «el mundo»: 8,23; 9,39; 12,25.31) dirigida por un círculo de poder (“el jefe del orden este»: 12,31; 14,30; 16,11). Con la enseñanza persuade al pueblo a dar su adhesión a la ideología y a los valores del sistema injusto que lo priva de libertad (7,26.49; 12,34), mientras con sus medios coercitivos lo mantiene en el temor (7,13; 9,22; cf. 8,44: «homicida»). La existencia del sistema injusto depende, por tanto, de la aceptación voluntaria por parte del pueblo de la ideología y dominio de los dirigentes. Hacer propia la ideología que proponen es reducirse a la esclavitud, privarse de la posibilidad de vida, y ése es «el pecado del mundo».

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